• Luis Borrero, académico de la Universidad de Buenos Aires, llegó a la Región de Arica y Parinacota para colaborar en proyectos de investigación, dictar cátedras y trabajar con alumnos de la Universidad de Tarapacá

Con el objetivo de contar con su valiosa experiencia y transmitirla a los estudiantes de la Universidad de Tarapacá (UTA), el proyecto Escallonia invitó a Arica al destacado arqueólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, Luis Borrero, quien ha desarrollado gran parte de su carrera estudiando los procesos de colonización humana en América del Sur con una visión planetaria. Esta pasión por la historia profunda de la humanidad, comenzó en río Gallegos, en el sur de Argentina, donde le contaba a sus amigos de infancia que trataran de imaginar a su padre como un explorador de otros planetas.

Su visita se concretó gracias al programa de Atracción de Capital Humano Avanzado del Extranjero Modalidad Estadías Cortas (MEC), de CONICYT, y desde que llegó a Arica, a comienzos de agosto, ha realizado una serie de actividades, entre las que destaca, por ejemplo, una conferencia abierta al público sobre las diferencias cronológicas en la ocupación de determinados territorios sudamericanos. “Este continente es muy grande y no fue explorado al mismo tiempo en su totalidad. Hay evidencia que señala que algunos lugares se mantuvieron desocupados hasta muy tarde”, explicó.

En conversación con Escallonia, el especialista señaló que en el norte de Chile debe haber ocurrido el mismo fenómeno, puesto que los cazadores recolectores se dispersaban por distintos territorios e iban ocupándolos gradualmente, habiendo espacios habitados y otros deshabitados. “Creo que esto ocurrió aquí y también en cada región. Todas las grandes regiones o mega parches en los que podemos dividir América del Sur tuvieron un núcleo de entrada y un lugar desde donde ocurrió la dispersión”, comentó Borrero, y agregó que “ninguna de estas zonas, como la costa de Brasil, las sierras de Uruguay o las pampas de Argentina, pudieron ser saturadas por los cazadores recolectores en las primeras colonizaciones, porque, pese a que recorrían grandes distancias, tenían una baja población”.

Junto con esta línea de investigación, el académico de la Universidad de Buenos Aires también estudia la adaptación de los pueblos del pasado a los ambientes a los que llegaban. “Si estas poblaciones se desplazaban habitualmente por los Andes, puede que conocieran la conducta de los camélidos y que supieran dónde cazar vizcachas, pero si bajaban a las planicies, los animales son diferentes, con otras características, y este proceso de adaptación a todas estas nuevas situaciones podía tomar muchas generaciones”, explicó.

En su estadía en el norte, Borrero colaboró con investigaciones y recorrió la Pampa del Tamarugal junto a arqueólogos nacionales para visitar sitios donde se encontraron nuevas evidencias de la presencia de antiguos pueblos. Al respecto, comentó que “son hallazgos sumamente interesantes y que responden a preguntas acerca de la adaptación y la forma en que ocurrió la colonización humana en este ambiente”.

Un conocido de Chile

Esta no es la primera vez que Luis Borrero viene a nuestro país. De hecho, su presencia data de muchos años atrás, desde su época de estudiante, cuando en 1976 exploró la Cueva del Milodón, ubicada en la Región de Magallanes, y, desde entonces, viaja periódicamente a realizar labores de terreno.

Sus investigaciones y colaboraciones con arqueólogos de la zona han sido de tal envergadura, que en el año 2005 la Universidad de Magallanes lo distinguió con el título de Doctor Honoris causa y, actualmente, es profesor visitante de dicha casa de estudios. Junto con ello, ha dictado clases para el doctorado en Antropología que ofrece la UTA en conjunto con la Universidad Católica del Norte.

Cabe señalar que la última actividad que el académico realizará en Arica será un conversatorio con estudiantes de la carrera de Arqueología de la UTA, quienes le darán a conocer sus proyectos de tesis y podrán recibir consejos del destacado investigador.