El estudio analizó muestras de ADN de 92 individuos que habitaron en América hace miles de años. La investigación fortalece la teoría de la llegada de los humanos al continente a través del istmo de Bering

Las distintas teorías del poblamiento americano hacen de éste un tema apasionante y de gran debate entre los especialistas y de interés para el público general. Es por ello que un grupo de científicos, liderados por Bastien Llamas, de distintas universidades del mundo y chilenas, decidieron realizar una investigación que fue publicada recientemente en la revista Science Advances, la que permitió averiguar aún más sobre la llegada de nuestros antepasados a este continente.

El estudio analizó el ADN de 92 individuos que vivieron en América, específicamente en Perú, Bolivia, el norte de Chile, México y la pampa Argentina. Para la obtención de las muestras se contó con la colaboración de Calogero Santoro y Vivien Standen, académicos de la Universidad de Tarapacá, y de Mario Rivera, de la Universidad de Magallanes, quienes también jugaron un papel de importancia en la interpretación de los resultados.

Lugares de América desde donde se obtuvieron las muestras genéticas.

“La única combinación de secuencias genéticas y dataciones nos permitió reconstruir la historia de los indígenas sudamericanos en tiempo real. En consecuencia, hemos aumentado la precisión en la cronología de los eventos poblacionales”, comentó Bastien Llamas, investigador asociado del Australian Centre for Ancient DNA, de la Universidad de Adelaida.

Algunos de los resultados más relevantes es que pudieron estimar que la llegada a América se habría producido principalmente por el puente de Bering hace al menos unos 16 mil años, contando con una población de entre 10 a 50 mil individuos. Una vez asentados en lo que hoy llamamos América del Norte, esta población aumentó de forma masiva y luego inició un viaje hacia el sur, llegando a Monte Verde en el extremo sur de Chile, tardando cerca de 1.400 años.

Debido a que los grupos de individuos se dividieron por todo el territorio, cada uno evolucionó en linajes genéticos característicos. Algunas de estas variaciones genéticas desaparecieron debido al contacto con los europeos, mientras que otras sobrevivieron y han contribuido a la actual diversidad humana que se observa en América del Sur.

El doctor Llamas indicó que se requiere de una mayor investigación en esta área para poder entender no sólo cómo se pobló América, sino también para comprender la implicancia de las diferentes variaciones genéticas y sociales, que se han desarrollado a lo largo de los años, en la salud, biología y expresiones culturales de los americanos.

Por su parte, los investigadores de la Universidad de Tarapacá destacaron la importancia de la colaboración interinstitucional e interdisciplinaria para enfrentar problemas de investigación que requieren de una escala de análisis territorial que sobrepasa los actuales límites de los países de Sudamérica. Además de los resultados obtenidos, con este estudio se han generado redes científicas asociativas que permitirán profundizar en los temas tratados y abrir campo hacia la búsqueda de nuevas y mejores evidencias para comprender la historia más profunda de la humanidad en este continente, ultimo territorio masivo colonizado por la especie humana.